Un mes sin Facebook ¡No tenemos Wi-Fi, hablen entre ustedes!
por Paula Pérez
No sé cómo habrás llegado hasta este artículo. Puede que seas uno de estos dos tipos de lectores: de los que viendo el título quedan intrigados por si durante este mes he tenido trastornos de conducta o me he vuelto loca, o de los que espera leer la panacea en las siguientes líneas. ¡Quédate hasta el final, seguro que te sorprende!
Estar un mes sin Facebook fue una decisión personal, un momento, una situación que me hizo necesitar salir de esta red social, la Red Social por excelencia. También dejé de utilizar Twitter. No voy a mentir si digo que también lo intenté con Instagram… Mi relación con ésta última es otro tema. Si este artículo os gusta podría intentarlo, pero supongo que necesitaría algún tipo de medicación durante y después del experimento.
De lo personal pasó a lo profesional, y es que quería volver a este blog con algo que contar, con algo innovador. ¡Vamos al grano!
No voy a decir que haya sido duro salir de Facebook durante un mes. Lo fue al principio. En mis ratos libres, en la sala de espera del dentista, en el sofá o durante un café con amigos. Cada vez con mayor frecuencia, tenemos la imperiosa necesidad de revisar Facebook sin nada nuevo que ver; es ya casi un instinto entrar en nuestro perfil para chequear si tenemos alguna notificación o si algún “amigo” ha compartido algo, o simplemente ‘regalar amor’, como dicen los influencers, a las publicaciones de los demás.
¡Pero se puede! Después de varios días dejé de sentir esa estúpida necesidad de entrar en Facebook cada 3 minutos; simplemente no lo necesitaba y cuando los demás me decían ¿has visto Fb? ¡Míralo! Me sentía hasta orgullosa de decir: cuéntamelo, no uso Fb. Prefiero que me cuentes, que me mires, que me llames, que me escribas un WhatsApp o un e-mail (me sentiría un poco Meg Ryan esperando a Tom Hanks). Lo cierto es que esta Red Social se ha hecho indispensable para nuestras relaciones sociales, laborales e incluso ¡para la vida misma!
Actualmente, incluso para registrarte en cualquier página, app o solicitar cualquier trámite por Internet (véase cita para dentista, entrada de cine o comprarte un unicornio) es necesario hacerlo a través de Facebook. Yo, durante este tiempo, lo he hecho todo a través del e-mail. Es cierto que es un proceso más lento, pero evitamos ese método que tiene nuestro amigo Zuckerberg para crearnos la necesidad de estar entrando en Facebook constantemente. Aquí empecé a ver que, aunque no lo parezca, se puede.
Por otra parte, quitar Facebook de mi rutina diaria ha sido una liberación de pensamiento: he vuelto a pensar por mí misma, a analizar las noticias bajo mi criterio, a leer un artículo al completo y no quedarme con el titular… He vuelto a ver los telediarios y a leer periódicos, porque mi necesidad de estar “en el mundo” no se acaba en Facebook.
Y es curioso cómo esta liberación me hace pensar, analizar, investigar sobre algo que no conozco. Muchas veces (por no decir siempre), leemos la publicación de turno sobre Cataluña, el Festival de San Sebastián, México, Puerto Rico, taurinos, antitaurinos, feministas, machistas… todo lo que actualmente está en la punta del icerberg. Pero… no nos informamos, no juzgamos, no investigamos, solo leemos.
Es curioso que, sin haber terminado mi experimento, ya estaba notando cambios muy curiosos, de hábitos y de formas de apreciar las cosas. A propópsito de esto, me planteé… ¿Nos damos cuenta del daño que hacen las redes sociales? Estamos convirtiéndonos en lo que una plataforma, un gobierno o una ideología quiere que seamos: ¿borregos? (permitidme el agravio), personas que no piensan ni analizan, que no van más allá de lo que se nos muestra. ¿La culpa? Vamos a echársela a Facebook aunque la mayor parte sea nuestra.
¡Pasó el mes! Me enfrento a Facebook con una lección aprendida: un usuario empoderado, que sabe manejar datos, y que distingue la información de la publicidad, y esta de la propaganda. No quiero decir que Facebook sea lo peor del mundo y que tengamos que dejar de utilizarlo, pero deberíamos concienciarnos del mal uso que una buena parte de los usuarios hace de las redes sociales y del daño que está haciendo a la objetividad de las noticias la subjetividad de los usuarios, que pasan por los medios de comunicación haciendo un slide hacia arriba, sin pararse a leer.
Un mes sin Facebook ha sido finalmente la manera de darme cuenta que da igual aburrirse, de hecho, a veces es hasta necesario; de percatarme de que estamos intoxicados por lo que otros nos cuentan, porque lo que Facebook nos muestra. De darme cuenta que hay vida más allá de lo que posteamos (o postureamos) en redes sociales.
Yo no he dejado de ser, de estar, por no publicarlo en mis redes sociales. Y esto, amigos míos, es algo que se está convirtiendo en un problema para muchos adolescentes. Así que puedo decirlo alto ¡Hay vida (y debe haberla) después de Facebook! Ya sabes, si te apetece, si quieres aportar algo, estás invitadísim@ a hacerlo. Déjame un comentario para conocer tu experiencia: un día, una semana o un mes sin Facebook.
Paula Pérez
Licenciada en Comunicación Audiovisual, magíster y doctoranda en Cinematografía y Profesora de Lengua Castellana y Literatura sin alumnos. Gestiono las redes sociales de un precioso proyecto de Literatura Infantil y Juvenil así como el diseño gráfico y web del mismo.
Posts Recomendados
Las ventajas del e-commerce para facilitar tus compras de Navidad
6 diciembre, 2017
Guía de consejos para aprovechar el próximo Black Friday
20 noviembre, 2017
Resumen de privacidad
Nombre | Proveedor | Propósito | Caducidad | Tipo |
---|---|---|---|---|
_ga | Registra una identificación única que se utiliza para generar datos estadísticos acerca de cómo utiliza el visitante el sitio web. | 2 años | HTTP | |
_gat | Utilizado por Google Analytics para controlar la tasa de peticiones | 1 día | HTTP | |
_gid | Registra una identificación única que se utiliza para generar datos estadísticos acerca de cómo utiliza el visitante el sitio web. | 1 día | HTTP |
Las cookies de marketing se utilizan para rastrear a los visitantes en las páginas web. La intención es mostrar anuncios relevantes y atractivos para el usuario individual, y por lo tanto, más valiosos para los editores y terceros anunciantes.
Nombre | Proveedor | Propósito | Caducidad | Tipo |
IDE | Utilizada por Google DoubleClick para registrar e informar sobre las acciones del usuario en el sitio web tras visualizar o hacer clic en uno de los anuncios del anunciante con el propósito de medir la eficacia de un anuncio y presentar anuncios específicos para el usuario. | 1 año | HTTP | |
pagead/landing | Recoge información del comportamiento del usuario en diferentes webs para mostrar publicidad más relevante - También le permite a la web limitar el número de veces que el usuario está expuesto a un mismo anuncio. | Session | Pixel | |
RUL | Utilizada por DoubleClick para determinar si la publicidad de una web ha sido mostrada adecuadamente. Esto se lleva a cabo para hacer más eficientes los esfuerzos de marketing. | 1 año | HTTP | |
test_cookie | Utilizada para comprobar si el navegador del usuario admite cookies. | 1 día | HTTP | |
pagead/1p-user-list/# | Utilizada para rastrear si el visitante ha mostrado un interés específico em productos o eventos a través de múltiples webs y detectar como el visitante navega entre webs - Esto se utiliza para la medida de los esfuerzos publicitarios y facilitar la tasa de emisión entre sitios. | Session | Pixel | |
_mcid | Mailchimp | Esta cookie registra datos del visitante. Esta información se utiliza para optimizar la relevancia de la publicidad. | 1 día | HTTP |
_GRECAPTCHA | Pendiente | 179 días | HTTP |
Las cookies necesarias ayudan a hacer una página web utilizable activando funciones básicas como la navegación en la página y el acceso a áreas seguras de la página web. La página web no puede funcionar adecuadamente sin estas cookies.
Nombre | Proveedor | Propósito | Caducidad | Tipo |
rc::a | Esta cookie se utiliza para distinguir entre humanos y bots. Esto es beneficioso para la web con el objeto de elaborar informes válidos sobre el uso de su web. | Persistent | HTML | |
rc::b | Esta cookie se utiliza para distinguir entre humanos y bots. | Session | HTML | |
rc::c | Esta cookie se utiliza para distinguir entre humanos y bots. | Session | HTML | |
_abck | Mailchimp | Utilizada para detectar y defenderse contra los ataques de las cookies de respuesta - Esta cookie es necesaria para la seguridad y la integridad de la web. | 1 año | HTTP |
bm_sz | Mailchimp | Utilizado en relación con la función de la web BotManager - Esta función detecta, categoriza y recopila informes sobre robots potenciales que están intentando acceder a la web para el operador de la web. | 1 día | HTTP |
CookieConsent | Cookiebot | Almacena el estado de consentimiento de cookies del usuario para el dominio actual | 1 año | HTTP |