Los “me gusta”, una especie de psicólogos del siglo XXI

Los “me gusta”, una especie de psicólogos del siglo XXI

El número de “me gusta”, un indicativo clave para la autoestima y la reputación de los adictos a Facebook. Klout, el diagnóstico del cambio

Que vivimos en una sociedad interconectada está más que claro. Tecnología e innovación se dan la mano para ofrecernos dispositivos de última generación con multitud de funcionalidades y aplicaciones cada vez más potentes. De todas ellas, las que copan el top de las más descargadas son las redes sociales.

Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter, Youtube, Spotify,… Un largo etcétera. Las redes sociales se han convertido, para la gran mayoría de usuarios, en una extensión más de su vida diaria. Trabajo, ocio, relaciones interpersonales,… las redes sociales tienes diferentes finalidades, y por una u otra razón, cada vez ganan más adeptos.

Pero como todo, el mal uso o el uso excesivo conllevan una serie de aspectos negativos. Hoy quiero centrarme en el caso de Facebook, una red social pensada para contacto de personas <-> personas (aunque cada vez más utilizada por empresas). Quiero hacer una reflexión sobre la necesidad/adicción de usar Facebook para todo. Ya se sabe, ¡el exceso  no trae nada bueno! Vamos a ello:

1.- “Subo una imagen porque sí, porque me apetece, porque quiero almacenarla en mi álbum digital”.

MENTIRA. La verdadera finalidad de subir una imagen a Facebook, publicar un estado o compartir cualquier otro contenido es otorgarle visibilidad, mostrárselo a tus contactos, que lo vean. Se pretende crear debate y generar interacciones con otros usuarios.

Hasta ahí todo correcto. Una buena forma de interactuar y ampliar nuestro círculo de contactos. Pero… ¿es necesario mostrar cada detalle, cada acción de nuestra vida con constantes actualizaciones de estado? Seguro que tienes algún contacto, del típico que publica contendidos 10 o 15 veces al día. Es lo que podría llamarse “adición a los me gusta”. En este sentido, cada nuevo “me gusta” viene a ser como una reafirmación de la aceptación social del individuo, un parámetro más para mejorar su autoestima.

Este tipo de conductas suelen darse en usuarios que, por diversos motivos, necesitan de la aceptación constante por parte de resto, y por tanto, no encuentran mejor alternativa que hacerse visibles constantemente y comparar su vida con la de los demás.

2.- El grado de interacción: palpando los síntomas

Pongo un ejemplo sencillo, con el que seguro entenderás la idea que quiero transmitir:

Estás pasando una tarde genial de relax en un centro comercial (por supuesto, te acompaña tu Smartphone). Haces un par de fotos: retoque, filtro, texto interesante y “Publicar”. Transcurridas unas horas, tanteas la aceptación de tu estado y ves que tienes 30 “me gusta” y 13 comentarios. ¡Genial! La gente disfruta con lo que disfrutas tú, empatiza contigo y hace de tu publicación todo un éxito.

Pongamos el caso contrario: tarde de relax, centro comercial y foto subida a tu perfil. Horas después accedes, miras las interacciones y… ¿alguien la ha visto? ¿Existo? Resulta que no hay ni una simple interacción en tu publicación. Tal vez creas que es una chorrada, pero si se convierte en algo crónico, acaba afectando incluso la autoestima de muchos usuarios, que finalmente optan por desistir y evitar las publicaciones constantes.

No lo digo yo. Existen numerosos estudios psicológicos que hablan de este tipo de conductas por redes sociales, y que incluso desgranan los detalles y el perfil psicológico de este tipo de usuarios.

 

3.- El Klout, el mejor diagnostico para confirmar esos  “síntomas”

Klout se desarrolla a partir de una herramienta que mide el grado de reputación online de cada perfil o página, otorgando una puntación entre el 0 y el 100 en función del número de publicaciones y el entorno de interacciones desarrollada alrededor de las mismas. La herramienta permite la integración de perfiles de diversas redes sociales y, además, ofrece consejos para mejorar esa reputación.

¿Quieres ver cuánto importan tus publicaciones? ¿Cuál es tu reputación online? Si quieres consejos para mejorar tus contenidos y generar mayor volumen de interacciones, esta herramienta es la clave. Detecta tus errores y transfórmalos en oportunidad de mejora.

4.-Terapia: PRA-xis (Pensar – Recapacitar – Actuar)

Todo (o casi todo) tiene solución. Piensa en lo que haces, en tu dependencia a Internet, a las redes sociales; piensa en tu vida offline y en ti mism@ como persona individual. También te mereces tu espacio.

Recapacita: Cuidado con la privacidad de tus publicaciones, con las imágenes que subes y sobre todo… ¡intenta no aburrir a tus contactos! Todos tenemos una vida llena de obligaciones, alegrías, penas,… y no por ello vamos corriendo a difundirlo públicamente por Facebook u otra red social. Es cuestión de saber qué interesará a tu entorno, y qué no.

Si eres consciente de tu necesidad constante de estar en redes sociales, si detectas tus errores y eres consciente de ellos, sólo te falta una cosa: ACTUAR. Modifica tu conducta, cambia de hábitos, deja de lado esa necesidad constante de publicar y tómate tu espacio,… usa Facebook de forma responsable, crítica y constructiva.


Comunicador audiovisual, diseñador web, community manager y emprendedor. De Cádiz. CEO en Jesús Rivero Web & Marketing. Emprender es para mí, más que una profesión, una vocación. "Tu éxito depende de ti". ¡Activa el camino al éxito!

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